Dicen que un millar de monos, tecleando máquinas de escribir durante un millar de años, serían capaces de producir las obras de William Shakespeare (en cambio, nadie ha dicho que serían capaces de producir el Quijote, lo cual vendría a demostrar la superioridad del autor español sobre el inglés).
Sin embargo, los marxistas son todavía menos
inteligentes que nuestros parientes más cercanos, puesto que ni juntando a
todos los que ha habido a lo largo de la Historia han sido capaces de producir
una norma mínimamente operativa.
Es el caso de la legislación animatonta excretada por el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer. Aplicando la norma, resulta que los periquitos, los loros, los canarios, los peces o los reptiles no cabrían dentro de la consideración de mascota… ¡pero sí las vacas!

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