Páginas

martes, 14 de junio de 2022

Después

Para ser una novela de Stephen King, Después es bastante corta. Podría decirse que es lo que yo suelo decir de las sandías: si les quitas toda el agua, te quedas con una cereza. En esta novela no hay tiempos muertos, ni digresiones, ni largos soliloquios. Va al grano; tanto, que hay muchas cosas que se quedan en el aire y que, conociendo al autor de Maine, no sería descartable que rescatara en alguna otra narración.

Y nada, mi comentario ha resultado casi tan breve como la novela...

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario