Hay un refrán o dicho castellano que compara a cualquier necio presuntuoso con un tal maestro Ciruela, que no sabía leer y puso escuela.
Titulados en tan prestigiosa institución educativa serían sin duda la mayoría de los calienta escaños de
la izquierda, amén de gran parte de los tertulianos de toda laya (también de
izquierdas) que pontifican en radios y televisiones sin tener la menor idea, no
ya de lo que hablan, sino siquiera del significado de las palabras que emiten.
Es el caso de esa tertuliana de
la Secta, que afirma -y se queda tan ancha- que querría tener seis pisos, pero
no ser rentista. Lo que no explica es cómo pretendía
conseguir semejante cuadratura del círculo: viviendo en uno de ellos y cediendo
los otros cinco pisos para uso y disfrute gratuito de otras personas; o darlos
en alquiler social… ya que alquilar dichos pisos a precios de
mercado la convertiría en una malvada rentista, y sacarlos del alquiler y
tenerlos vacíos la convertirían en una maléfica especuladora; o durmiendo un
día en cada piso… lo que impediría a cinco familias tener acceso a una
vivienda. Pero seguro que esta eminencia tiene la solución; lo que pasa es que
prefiere guardársela para ella sola.
Sin duda,
por modestia.
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