Si el Rey se desmarca de su posición neutral y dice que Rodríguez es un tipo guay, recto y honesto, no pasa nada. Pero si la Reina, supuestamente, expresa su opinión en contra del aborto, la eutanasia o el llamar matrimonio a una unión homosexual, o a favor del cristianismo (recordemos que ella nació y creció ortodoxa, así que no ha mamado el catolicismo desde la cuna), toda la retroprogresía se rasga las vestiduras. ¡¡¡Anda y que les den…!!!
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
Y, por una vez
¡¡¡VIVA SU MAJESTAD LA REINA DE ESPAÑA!!!