Esta semana, en el mismo día y el mismo periódico (El Mundo; pondría los enlaces, pero con su nuevo sistema de publicar no hay manera o, al menos, yo no la he averiguado), dos grupos de viñetistas han dado a entender que Garzón va camino de ser suspendido por el Supremo por el hecho de haber osado enjuiciar los (supuestos) crímenes franquistas.
Pues sí... pero no. Me explico. Si Grazón (al fin) está donde está, es porque ha prevaricado, es decir, ha dictado una resolución injusta a sabiendas. Él no tiene competencia para enjuiciar esos crímenes porque, entre otras muchas razones, la Ley de Amnistía de 1.977 los eliminó; como eliminó también los de Santiago Carrillo Solares, el genocida de Paracuellos del Jarama. Y él sabía que no tiene competencia porque cuando se le pidió que se juzgara al comunista, adujo como justificación de su negativa la ley citada.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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