En la fase -llamarle caso sería olvidar que se trata de una formación intrínsecamente corrupta desde sus inicios- de la continua corrupción que es el partido de la mano y el capullo, conviene no perder de vista los detalles, en lugar de quedarse deslumbrado por los fogonazos.
Así, cuando la tucán de Fene llamó golfo a
Ábalos -que lo es-, a éste le sentó bastante mal (a nadie le gusta que le
suelten los defectos a la cara), y se revolvió insinuando que la vivienda oficial
de la titular de Desempleo podría haber sido empleada por personas sin derecho
a ello.
Ante esto, y como lo de llamarle mentiroso
directamente tiene su peligro, por aquello de que podría aportar pruebas,
prefirieron poner en duda su salud mental, achacando sus declaraciones a un
trastorno que podríamos llamar aritmético, resultado de sumar la edad de
quien fuera mano derecha del psicópata y la petición de pena.
Porque no conviene olvidar, y aquí está el detalle, que la fiscalía anticorrupción pide prisión para quien lo fuera todo en el PSOE… y ya sabemos de quién (creen ellos que) depende la fiscalía.
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