Me gusta el sistema judicial que imperó en Rumanía con la caída del dictador amigo de algunos progres de por aquí. Se le condenó a muerte, con derecho a apelar la sentencia… pero después de haber sido aplicada. Si este estupendo mecanismo se hubiera aplicado en España, algunos problemas menos habríamos tenido…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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