Llevando al extremo la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, se conseguiría borrar a Franco de los libros de Historia. Lo gracioso es que, entonces, se producirían una serie de hechos de lo más curioso…:
la Segunda República se autodestruyó sola
Carrillo masacró a inocentes porque sí (huy, perdón, eso sí que ocurrió)
el ejército republicano se autoderrotó (casi, casi)
Miguel Hernández entró el solo en la cárcel para morir, mientras que Federico García Lorca se suicidó
en cambio, a Muñoz Seca sí que le asesinaron…
Sería cómico, de no resultar patético…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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