Pues no, señorita Pajín (y perdone que la llame señorita, pero es que no la conozco demasiado bien): una ministro no puede nombrar a quien le salga de los cojones. Tiene que nombrar a quien esté más cualificado para el cargo. De lo contrario, nos encontramos con casos como el de hacer ministro del Interior a un electricista... o director general de la Guardia Civil a un chorizo sin preparación. Y pasar de la democracia a la dedocracia...
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
P.D.: Se puede decir más alto, pero no más claro...
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