Abundando en lo que dijo Durán, yo no creo que todas las dictaduras sean iguales. Sí, todas son reprobables, pero las de derechas tienen dos puntos a favor de los que, en general, carecen las de izquierdas: tienden a ser personalistas, no de partido, con lo que muerto el perro, se acabó la rabia; y, en general, dejan al país en mejor situación de la que estaba cuando comenzaron (ejemplos típicos, España con Franco y Chile con Pinochet).
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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