Hace tiempo que vengo considerando a Ronald Reagan como uno de los presidentes estadounidenses más importantes del siglo XX, y sin ninguna duda el más importante de la segunda mitad de esa centuria. Dejando aparte el hecho de que prácticamente él, Juan Pablo II y Margaret Tatcher se cargaron solitos el bloque soviético, el hecho de que fuera tan mal considerado por los progres (Diego Carcedo, corresponsal de TVE en EE.UU. en la época, solía referirse a él como el mediocre actor) hizo que mi opinión sobre él no hiciera sobre mejorar. Al contrario que lo que ocurrió con los otros posibles candidatos clásicos, John Fitzgerald Kennedy (como a James Dean, lo mejor que pudo ocurrirle fue morir joven) y Franklin Delano Roosevelt, que cuanto más he sabido de ellos más me han disgustado. Quizá Woodrow Wilson pueda acercársele; pero éste tuvo la Primera Guerra Mundial para ayudarle a pasar a la Historia, mientras que Reagan pasó a la Historia en una época de (relativa) paz.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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