La primera obra de narrativa (inicialmente puse novela, pero no sería correcto) que leo en mucho tiempo es ésta de John Grisham.
El tono de las siete historias que contiene varía, oscilando entre lo puramente cómico y lo verdaderamente dramático. A diferencia de la mayor parte de la obra de Grisham, no gira alrededor del mundo legal (aun cuando en algunas historias el personaje principal es un abogado, el relato se centra más en su condición de ser humano que de profesional del Derecho), sino que el tono general es más bien costumbrista y, en ocasiones, incluso picaresco o humorístico. En general, me ha gustado, y algunas (particularmente las dos últimas) incluso me han emocionado.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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