miércoles, 30 de marzo de 2011

Enseñar trucos nuevos a perro viejo

Nunca creí posible que, a estas alturas de su vida, Alfonso Guerra pudiese adquirir algo de sentido de estado, especialmente después de que votara a favor de la constitucionalidad del muy insconstitucional nuevo Estatuto de Cataluña. Sin embargo, leo con asombro que la revista que él preside aboga por suspender las autonomías. Que el sistema de las autonomías es un cáncer que carcome el Estado y que, además, jamás alcanzó ni alcanzará el objetivo perseguido (contentar a los regionalismos separatistas), es algo que resulta evidente desde hace mucho tiempo para cualquiera que tenga un par de dedos de frente. Que alguien con el peso que ha tenido Alfonso Guerra lo diga negro sobre blanco es de agradecer. Pero pensar que la clase política española va a tener los cojones necesarios para tomar tal medida de sentido común, eso... eso es caer en la fantasía más delirante.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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