Siempre me he preguntado si Leguina dice las del barquero por resentimiento o por convencimiento. Probablemente, por una mezcla de las dos cosas. Que en su actitud hay un componente de enojo (por no decir cabreo) por haberse visto apartado de primera línea por gente a la que ve como menos válida que él (y con razón) resulta algo bastante evidente. Pero eso no obsta para que lo que diga sea, en general, una verdad como un templo. Y más cuando se refiere a sus correligionarios, más cuanto más encumbrados. De todos modos, yo no creo que Pancartero esté loco. Simplemente, usando una expresión muy de mi padre, es un venao. Bastante inculto, además.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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