Esta colección de historias cortas (o cuentos) de Joe Hill muestra que el hijo de Stephen King tiene la misma habilidad que su padre para moverse en el relato breve. Casi todas las historias tienen un punto de humor (a veces bastante negro), combinado con una ternura por los personajes que, ahora que lo pienso, está en cierto modo ausente de los trabajos de su padre. También hay un componente importante de fantasía no necesariamente terrorífica en el sentido literal de la palabra, aunque es cierto que los personajes dan bastante miedo (vamos, que preferirías no cruzarte con ellos por la calle). Finalmente, casi todas las historias acaban sin terminar, en el sentido de que el lector sabe qué es lo que va a pasar a continuación, aunque el autor no lo cuente. Y una de ellas, La máscara de mi padre, parece el germen de una historia más larga...
No hay mucho más que decir. Si hubiera leído este libro antes de El traje del muerto, habría dicho que constituye un excelente modo de entrar en contacto con la obra de este autor.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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