Ya iba siendo hora de que Su Majestad otorgara un título nobiliario a quien de verdad se lo haganado con su trabajo y bonhomía desde hace más de medio siglo. Como muy bien ha dicho su amigo Alfonso Ussía, no es Mingote quien se honra al entrar en la nobleza española, sino que es ésta la que queda enaltecida con el ingreso en su seno del insigne editorialista gráfico.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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