Lo malo del pasado es que todos tenemos uno. Hasta Rosa Díez, que (no me cansaré de repetirlo) quiso meter en la cárcel a Antonio Mingote por uno de sus editoriales gráficos. De no ser por ese pasado, todavía podría caerme bien la líder de UPyD, porque demuestra un valor y un arrojo (o una ambición) dignos de encomio. Sin embargo, en su discurso tiende un poco-mucho-bastante-demasiado a la demagogia fácil, como si ella y su partido fueran los depositarios de las esencias de la democracia (algo común a la izquierda). Por eso, el creerse el ombligo del mundo es lo único que justifica que diga que al PP le molestaba que UPyD tuviera grupo parlamentario propio. En mi opinión, de no existir Amaiur el PP no habría puesto ningún problema en interpretar creativamente el reglamento del Congreso y conceder ese grupo parlamentario. Porque la otra posibilidad es que en el PP estén decididos a no cometer el error que ya cometieron hace una década, menospreciando a zETAp, y practiquen ahora la política de al enemigo ni agua. Porque, Dios lo quiera, parece que el PSOE va cuesta abajo y (de momento) UPyD va hacia arriba…
Y, como muy bien señaló Mariano Rajoy en el debate de investidura de hace unos días, la señora Díez no tenía nada en contra de la ley electoral cuando formaba parte del PSOE, o cuando aspiraba a la secretaría general de ese partido...
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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