Podría decir que no sé qué espera conseguir el Partido Popular concediendo favores a Convergencia y Unión. Pero sí que lo sé o, al menos, puedo imaginármelo: lealtad institucional, fair play, colaboración… como queramos llamarlo. Parece que no aprenden de errores pasados: los nacionalistas, y especialmente los catalanes, nunca juegan limpio. Nunca. Consideran que todo aquello que se les ofrece, y bastante de lo que no, se les debe porque sí. Así que, desde su punto de vista, no tienen motivos para agradecer nada. Cuando antes entre esto en la mollera de los políticos nacionales, mejor nos irá a todos (menos a los nacionalistas, claro, porque se les habrá acabado el chollo).
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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