Mientras que la izmierda se dedica a criticar cómo los gobiernos del PP intentan remediar el desastre que el PSOE ha generado en España, algunos de los criticados se dedican a tomar medidas. Impopulares, pero necesarias y, quizá, efectivas: en Móstoles, el consistorio elimina las subvenciones a los sindicatos (que vivan de las cuotas de sus afiliados… si es que pueden); en Alcorcón, el alcalde decide que las comidas serán de menú de ocho o diez euros, en lugar de trescientos (en mi experiencia, el placer que proporciona una comida suele ser inversamente proporcional a su precio); en Castilla-La Mancha, Cospedal baja el sueldo a los funcionarios y aumenta la jornada laboral a los empleados públicos (probablemente estarán criticándola mucho más tiempo del que los sindicatos han criticado a ZetaParo)…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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