No sólo es que Israel sea la única auténtica democracia en esa zona del mundo (si hasta han procesado a un jefe del Estado). Es que sus enemigos –esos a los que la izmierda jalea, y cuyos pañuelos típicos gusta de lucir en actos públicos- son una panda de terroristas (aunque cualquiera que haya leído Oh, Jerusalén, de Lapierre y Collins, sabe que los judíos hacían cosas parecidas hace setenta años) y, lo que es peor, de fanáticos religiosos con los que no se puede dialogar… como no sea a tiros.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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