miércoles, 4 de enero de 2012

Mentiroso contumaz

Rodríguez no es más cursi porque no se entrena; y es que, para entrenarse, hace falta una dosis de inteligencia de la que él carece. Ahora dice que en ocho años ha aprendido a querer profundamente a España. Mentira por partida triple: es incapaz de aprender nada, nunca ha querido a nada ni a nadie más que a si mismo y está absolutamente negado para cualquier clase de sentimiento profundo… excepto la miseria moral. En ese aspecto, entra en la categoría de abisal.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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