Parece que, a diferencia del postulado científico, en España los opuestos no se atraen, sino que se repelen. Así, los políticos recelan de incluir una casilla en la declaración del IRPF para la ciencia: una boutade, en mi opinión, porque además de que la ciencia ya tiene partidas específicas en los presupuestos, ¿por qué incluir una casilla para la ciencia y no otra que permita decidir si con mis impuestos se subvenciona a partidos o sindicatos? Porque estoy en contra de apoyar a semejantes organizaciones, punto en el que, al parecer, coincido con muchos internautas…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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