sábado, 9 de junio de 2012

Grandes esperanzas

No, no me refiero a la novela de Dickens (novela que aún no he leído, pero que caerá un año de estos), ni tampoco a ninguna de las películas que se han hecho basándose en dicha novela (ninguna de las cuales he visto, que recuerde, aunque tengo la protagonizada por Alec Guinness… también caerá, seguro). Me refiero a las que algunos concebimos cuando se descubrieron, prácticamente intactos, losrestos de uno de los vagones en los que estallaron las bombas el 11 de Marzo de2.004. Esperanzas de que quizá se podría, al fin, empezar a arrojar un poco de luz sobre cómo se planeó aquella masacre que cambió, de modo indudable, el curso de la historia de España.
Quizá deberíamos haber empezado a desilusionarnos cuando se nombró Ministro de Justicia a Alberto Ruiz-Gallardón, uno de los más señalados defensores dentro del Partido Popular –y son legión- de la tesis de no mirar atrás en lo que se refiere a aquella infamia. O también cuando se encargó la investigación al Fiscal Jefe de Madrid, de conocidas tendencias partidarias de cierto partido con una rosa en su emblema. Pero no lo hicimos. Contra viento y marea, mantuvimos la esperanza.
Quizá por ello el golpe con la realidad ha sido más duro. Cuando la Fiscalía haanunciado el archivo de la investigación sobre el foco del 11-M, los expertos independientes, los expertos de verdad, siguen clamando justicia, mientras las víctimas sienten que se les cierran las puertas y se machacan sus esperanzas. Mientras, el Ministro de Justicia declara que respeta escrupulosamente la decisión de la Fiscalía. Cómo no…
Al menos, la Audiencia Provincial de Madrid ha ordenado investigar a las rumanasque declararon contra Jamal Zougam, el único condenado por el atentado que, de ser cierto todo lo declarado contra él, tendría el poder cuasidivino de la polilocación… Y, al menos, algunos en el Partido Popular consideran que no se ha investigado hasta el final…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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