lunes, 4 de junio de 2012

La confesión

Ha caído otra novela de John Grisham. Como todas las suyas, te atrapa rápidamente, se lee con fluidez y no puedes dejarla hasta la última página. Sin embargo, hay algunos puntos criticables que, ojo, no disminuyen su mérito.
En primer lugar, se repiten algunos de los personajes comunes en aquellas obras de Grisham que tienen un desarrollo digamos judicial (personajes que, según la obra, pueden reunir varias de las características que mencionaré): el psicópata amoral, el abogado trapacero pero de buen fondo, los servidores de la Ley poco escrupulosos y por ello delinquidores al fin y a la postre, y el hombre común que se ve atrapado en medio de toda la vorágine y que, a pesar de ello, logra avanzar haciendo lo éticamente correcto.
En segundo lugar, que (desde mi punto de vista) la tesis de la novela resulta demasiado evidente. No critico que la novela tenga una tesis (en este caso, la crítica a la pena de muerte) y la defienda, pero me ha desagradado un poco que resulte tan evidente.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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