Una cosa que en todos estos años no han aprendido los partidos sedicentes nacionales es que los partidos regionalistas, por mucho que reciban, nunca se darán por satisfechos, pues piensan que tienen derecho a ello por siglos y siglos de supuesta opresión centralista.
Que semejante cosa le ocurra al Partido Popular, dado su carácter acendradamente maricomplejines, no debe sorprendernos. Pero sí que sorprende algo más en el PSOE, partido maquiavélico donde los haya, aunque con una escasa capacidad de análisis de la realidad. Suelen acertar en el regate corto, en el momento inmediato, y están siempre listos para colocarse a la cabeza de la movilización, sea ésta la que sea. Sin embargo, colocados al frente, no suelen mirar atrás, por lo que cuando aquellos a los que preceden (decir que les siguen sería atribuirles una capacidad de movilización de la que, afortunadamente, carecen) cambian de dirección, el PSOE se encuentra de repente caminando solos, mientras la sociedad ha ido por otros derroteros.
Viene esto a cuento de las encuestas que se han publicado estos días en relación con el panorama electoral en Vascongadas. En ellas se vaticina un crecimiento de PNV y ETA-P (o P-ETA, el Partido de ETA), aunque de momento los terroristas no son la primera fuerza polícita en la comunidad autónoma vasca (quién nos iba a decir que acabaríamos aceptando al PNV como mal menor); y un batacazo morrocotudo de PP y PSOE. Dada la línea blanda que han seguido los populares desde la defenestración de María San Gil y el orillamiento de Mayor Oreja, no es de extrañar. En cuanto al PSOE, deberían haber aprendido de su experiencia en Cataluña: ¿para qué hace falta una mala imitación, cuando se tiene el producto original a mano?
Por otra parte, con razones como la que esgrime P-ETA, no es extraño su crecimiento...
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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