Tras un par de ministros de Defensa que más han sido un desastre que otra cosa (el primero, un sedicente católico que perseguía borrar cualquier idea de España, honor y sacrificio de nuestras fuerzas armadas; la segunda, una nacionalista periférica, pacifista e infractora de las normas de protocolo), puede que las cosas vuelvan a ser lo que eran. En cualquier caso, mientras en España no sabemos reconocer lo que tenemos de valioso, en otros lugares parece que no tienen tantas anteojeras. Sólo así se explica que el cuerpo de Marines de EE.UU. y militares de otros países hayan pedido desfilar con el Cristo de la Legión. Y es que allende nuestras fronteras entienden perfectamente (mucho mejor que algunos acomplejados del progretariado y de la otra acera… ideológica) que laico no quiere decir antirreligioso.
Ahora bien, la duda es si, por muy marines que sean, serán capaz de seguir el paso a los legionarios…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!!
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