Era la crónica de una muerte anunciada.
Desaparecido su amoral fundador, privados del apoyo del partido al que
encumbraron al Gobierno de España en dos ocasiones, y con este partido
desalojado del poder en casi toda España, era sólo cuestión de tiempo que un
imperio levantado sobre chanchullos, influencias y mentiras comenzara a derrumbarse como un castillo de naipes. Y no lo siento en absoluto, porque, en
mi opinión, PRISA y Polanco, Polanco y PRISA, son responsables en una enorme
medida de los desastres en España durante el último tercio de siglo, y de la
catastrófica situación en que se encuentra el país. Con minúsculas; con
mayúsculas es de rebote…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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