Podrá resultarnos rechazable el modo de actuar del Gobierno de Su Graciosa Majestad porque las consecuencias de ese modo de actuar nos resultan perjudiciales (a España, quiero decir), pero lo que no puede negarse es que son coherentes y extremadamente fieles al dicho de con razón o sin razón, mi país es lo primero. Y claro, si se encuentran con que la otra parte les da cancha con una actitud diplomáticamente pacata y moralmente falta de convicciones, es lógico que la situación sea la que es... y que no muestre trazas de mejorar en lo más mínimo...
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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