Sin duda, lo más exótico que he leído en mucho tiempo. Aunque al principio se hace un poco pesado, luego la cosa va cogiendo ritmo y al final se lee con fluidez. Me hace bastante gracia, en el buen sentido, lo desmesurado de las descripciones, como el hecho de que cada dos por tres haya "miles de millones de monos", o cientos de miles de flechas lanzadas por una sola persona, o que se diga (segunda parte, capítulo ocho) los dos hermanos mataron un jabalí, dos antílopes y un ciervo para calmar su hambre. Aunque el colmo es cuando dice (tercera parte, capítulo tres) atravesado por las flechas y sangrando por todo el cuerpo, sigue dos páginas más allá con la imagen de éste, con la sangre manando de su cuerpo (...) era verdaderamente increíble para rematar el capítulo con su esposo (...) estaba exultante (...) por haber salido ileso de la batalla. Pues anda, que si le llegan a herir...
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