Elena Valenciano demuestra una encomiable lealtad a su todavía líder. Sin embargo, miente ella misma cuando dice que Zapatero no miente nunca. Para zETAp, eso de decir la verdad debe ser como lo de nación: un concepto discutido y discutible. Zapatero no es que mienta: es que no se siente en absoluto atado por sus palabras, y le da lo mismo blanco que negro. Dice lo que le conviene en cada momento (llevando en esto al extremo el adagio de que socialista es uno capaz de sostener una cosa y la contraria y afirmar que ambas son ciertas y progresistas), sin importarle las consecuencias futuras. Así pues, Zapatero no es un embustero contumaz; es un embustero patológico. Aún más: la mentira es consustancial a su naturaleza.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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