Los contactos del hijo de P con la verdad son esporádicos e inesperados, además de, por lo general, completamente involuntarios. Su sucesor en el Ministerio del Interior parece ir por el mismo camino. Así, cuando ha surgido la noticia de que ETA ha robado enFrancia doscientas matrículas de automóvil, Camacho se ha apresurado a atribuir la autoría a delincuentes comunes. Y pretendiendo alejar la atención de la banda terrorista de ultraizquierda, lo que ha hecho ha sido definirles a la perfección: son delincuentes comunes, tan comunes como los demás delincuentes. Peores aún, porque se arropan como justificación en una ideología (criminal desde sus orígenes históricos) en la que ni ellos mismos creen…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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