En el cuento de La Cenicienta, las hermanastras de la protagonista se empeñaban en
introducir sus enormes pies en el diminuto zapatito de cristal que descubriría
a la joven de la que el príncipe se había enamorado. Lógicamente, no había
manera.
De manera análoga, los necionanistas catalanes se comportan como las malvadas del cuento,
chillando desaforados y pretendiendo antaño que, discrepando la Constitución y
el Estatuto, la primera debía adaptarse al segundo; y ahora, exigiendo que la reforma laboral
aprobada por el Gobierno de España habrá de adaptarse al sedicente estatuto
sedicioso…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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