Que el Partido Popular trague carros y carretas con nacionalistas y socialistas no tiene más explicación, desde mi punto de vista, que una de las dos siguientes: el deseo de alcanzar o conservar una cuota de poder, dando por descartada la opción de alcanzar el poder en sí, o bien el inherente complejo de inferioridad que parece grabado a fuego en la mentalidad de los políticos de derechas de España, salvo contadas excepciones (Esperanza Aguirre y Jaime Mayor Oreja, por ejemplo).
Viene esto a cuento de las recientes declaraciones acaecidas en Vascongadas y Cataluña. En el primero de los territorios, Urkullu ha reclamado al presidente del Gobierno que se mueva y acerque a los presos de ETA (si mi fe cristiana no me lo impidera, añadiría que al cementerio los acercaba yo), mientras que el maltratador de lenga fácil, Eguiguren, anda diciendo que hay que romper ya el pacto con el PP para no perder votos. Dada las afinidades filoterroristas del sujeto, no es descartable que aspire a alguna cartera en el posible futuro gobierno etarra… o quizá, lisa y llanamente, sólo aspire a que le dejen vivir…
Mientras, en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho parece que negocia con Montoro otro modelo fiscal para Cataluña. Es de suponer que un modelo fiscal distinto al del resto de los españoles, que para eso son catalanes…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario