El Partido Socialista nunca ha sido de fiar,
en el sentido de que siempre ha sido capaz de las mayores villanías (en eso sí
que se puede confiar) con tal de alcanzar o retener el poder. Pero su abyección
desciende a las simas más profundas en las regiones donde hay nacionalismos histéricos, ya que, para demostrar que
son más necionanistas que los propios
necionanistas, llegan a extremos a
los que éstos sólo se aproximarían en sueños.
Sucedió en Cataluña, con el prescindible
Maragall y el bachiller Montilla,
verdadero poli-idiota, capaz de decir
tonterías (y mal, además) en dos idiomas. Y sucedió en Vascongadas, desde los
lejanos tiempos en que José María Benegas reclamaba libertad para Vascongadas, pasando por los años ochenta y noventa,
en los que la ahora españolista Rosa Díez interpuso una querella criminal –en
su calidad de Consejera de Cultura de Vascongadas- contra el recientemente
fallecido Antonio Mingote, hasta la actualidad, en que Pachi Nadie compite en despropósitos con peneuvistas y terroristas.
La última ha sido anunciar que el gobierno vasco exigirá a Interior que libere al secuestrador de Ortega Lara. Dejando
aparte el hecho de que esa sedicente liberación
correspondería a Justicia, y no a Interior, espero que el Gobierno haga el
mismo caso a esas exigencias que los
secuestradores de Ortega Lara hicieron a la sociedad española. Es decir,
ninguno.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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