Instalados
en la muy socialista concepción de esta
norma no me gusta, así que me la salto, y los demás que se jodan, un grupo
de cretinos que se oponen a la subida de las tarifas del transporte público de
Madrid (deben pensar que a los demás nos hace una gracia bárbara) han
organizado el caos en el suburbano de la capital deteniendo un montón de convoyes simultáneamente. Mientras, la asociación de perroflautas que fastidió a los madrileños (y a los visitantes de
la capital) semanas y semanas planean volver a instalarse en el kilómetro cero
de las carreteras españolas con carácter permanente.
Afortunadamente,
han cambiado los inquilinos del Ministerio del Interior y de la delegación del
Gobierno en Madrid. Con que se comporten sólo con la mitad de contundencia que
se comportaron en Valencia, problema solucionado.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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