Que los necionanistas catalanes son una panda de delincuentes es algo sabido desde, al menos, los ya lejanos tiempos de Banca Catalana. Y como Arturito Menos, haciendo honor a su apellido, es menos inteligente que su mentor, se corta bastante poco en demostrarlo.
Y lo de delincuentes no es una figura retórica: porque, hasta donde yo sé, la estafa (inventarse impuestos y omitir gastos para justificar sus sedicentes y sediciosas balanzas fiscales) y el chantaje (negarse a apoyar los Presupuestos Generales del Estado –apoyo que, por otra parte y gracias a D’Hont, es absoluta, total y completamente innecesario- si no incluyen la partida catalana) son delitos. Y el que comete delitos es un delincuente.
Es decir, blanco y en botella. Horchata, por supuesto.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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