El ministro De Guindos no acaba de caerse de su apellido. Ahora sale con
que las competencias de las comunidades autónomas no hacen inviable a España. Y
tendría razón, en un mundo razonable… digamos germano. Pero en España, donde la
envidia es el pecado nacional, llevamos treinta años en una carrera imparable hacia
delante… y cuesta abajo por la senda de la ruina total. O las comunidades
autónomas se aprietan el cinturón pero ya… o habrá que apretárselo al cuello.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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