Nunca he estado a favor de subvenciones de ningún tipo. Como en el caso del aborto, puedo entender que en algunas ocasiones sean necesarias como mal menor o como medio para conseguir un mayor bien final, pero eso no significa que me gusten.
Lo que no es de recibo es que se siga subvencionando, subsidiando o como lo queramos llamar la minería del carbón. Quizá acabara la carrera con pocas ideas claras sobre economía, pero una al menos destacaba sobre todas las demás: la extracción de carbón en España nunca, jamás, ha sido rentable. Ya hace siglo y medio compensaba (por precio y por calidad del producto) importar carbón desde el Reino Unido, antes que extraerlo en España. Sin embargo, siglo y medio después seguimos exactamente igual. Y mientas, los mineros comportándose como terroristas, con lo cual pierden la poca razón que podrían tener. Eso sí, el ministro del ramo ha anunciado que intentará mantener la millonada destinada al carbón. Eso es, señor Soria, usted deles motivos para seguir en su postura de fuerza, en lugar de tomar ejemplo de Margaret Thatcher y mantenerse firme…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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