Al igual que los necionanistas catalanes, los vascos están perdiendo cada vez más la vergüenza a decir lo que piensan. Lo terrible es que, en su caso, sus pensamientos tienen que ver con el terrorismo. Es decir, que hay muertos de por medio.
Lejos ya los tiempos de unos mueven el árbol y otros recogemos las nueces, o de esos chicos, los herederos morales y materiales de Sabino Arana (e incluyo en este grupo no sólo a los del PNV, sino también a gran parte del PSV y a algunos del PP) ya no sólo menosprecian a las víctimas de sus conmilitones de hecho, sino que también recurren a la palabra. Y lo más grave es que quien lo hace es el comisionado para la convivencia y la memoria del País Vasco (extraña convivencia la de este caballero… me recuerda a otro miserable, Peces-Barba), que dice que si las víctimas quieren hacer política, que funden un partido.
Para acabar de empeorar la cosa, dice que los votantes de Batasuna no han desaparecido. A toda esa gente que ha tenido mentalidad totalitaria hay que atraerles ahora hacia la democracia. Uno no sabe si este sujeto es tonto, se lo hace o cree que los tontos somos los demás. ¿Cómo que han tenido? La tienen y la tendrán, no hay más que ver cómo reaccionan cuando algo no sale como ellos quieren…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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