Resulta paradigmático que la izmierda considere a un liberal como alguien de derechas. Dando la vuelta al pensamiento (llamémosle así por caridad, dadas las fechas en las que nos encontramos) del argentino, podríamos decir que hay liberales, pero no se me ocurre ninguno de izquierdas.
El resto de la entrevista a Bobbo (¡huy, perdón!) no tiene desperdicio. Empieza diciendo que en el mundo del arte y la cultura en general lo lógico es ser de izquierdas, porque cualquier reflexión profunda, cualquier intento de comprender el mundo que te rodea te obliga a ser contrario al poder. Por lo visto, el poder es siempre de derechas, aunque lo ejerza la izquierda.
Luego critica algunas dictaduras de izquierdas (Corea del Norte, China, el estalinismo… se olvida de Cuba, pobrecito), aunque matiza que la Unión Soviética padeció muchos años de lo que para mí solo puede ser llamado fascismo. Claro, tiene una educación tan limitada… o eso o piensa, con algún otro bobo solemne, que sólo hay dictaduras de derechas (lo que no deja de ser cierto… un dictador se vuelve instantáneamente conservador, al menos en lo que se refiere a su situación).
Y claro, siendo parte del mundo del cine, es obligada la referencia al franquismo: cuando llegó la Transición se decidió pasar página y olvidarse de que aquí hubo un genocidio. No sé, pero no creo que esté hablando de Paracuellos del Jarama y episodios similares… ¿o sí?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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