El
problema de los partidos políticos en España (los de izquierdas por esencia, al
tener una estructura federal, y los de derechas –es decir, el Partido Popular-
por imitación maricomplejines) es que
en cualquier territorio hay quien se cree mierda sin llegar a pedo y saca los
pies del tiesto por su cuenta, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, y a ver
quién explica luego la incoherencia.
Así
ha ocurrido en el ayuntamiento de San Sebastián, gobernado por los miembros del
p-ETA. Se votaba la concesión de la medalla al mérito ciudadano a uno de los fundadores de ETA, y el PSOE (sección Vascongadas) votó a favor. Una semana
después, la portavoz del PSOE en el Congreso se mostró absolutamente incapaz de
explicar por qué se había apoyado semejante iniciativa. Para rematarlo,
reconoció no saber quién era el homenajeado (se ve que, a pesar de pertenecer a
un partido laicista, se había tomado la semana de Navidad de vacaciones y no
había hecho los deberes), y se despachó con que el PSE no es ni mucho menos un partido sospechoso de haber estado cerca
de determinados planteamientos que estén con los violentos y que tiene un acreditado currículum de lucha
clara contra la violencia y a favor de la paz en el País Vasco.
Efectivamente:
comenzando por José María Benegas gritando gora
Euskadi askatuta hace casi cuarenta años y terminando por Francisco Nadie reuniéndose con miembros de la
ilegalizada Batasuna. Mejor, como ha dicho Soraya, no vamos más allá…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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