Cada vez que acontece una matanza como la de hace una semana, y especialmente si ocurre en Estados Unidos, la progresía echa la culpa a dos factores simultáneamente: la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, y la violencia que se muestra en películas y videojuegos.
Pero como dice Samuel L. Jackson, se puede crecer rodeado de armas por todas partes y no disparar nunca a nadie. Yo, por mi parte, me he terminado los distintos episodios de Wolfestein 3D, Doom y juegos parecidos, en diferentes niveles de dificultad, y tampoco he disparado nunca a nadie.
Así que asumámoslo: hay psicópatas, gente esencialmente mala o con un sentido de la realidad tan desenfocado que no son más que bombas de relojería. Esas personas no son redimibles, ni reeducables, por agradable que sea el entorno en que han crecido.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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