Finalmente, el Barcelona se llevó el gato al agua y ha fichado al brasileño Neymar para las próximas temporadas. Voy a dejar de lado el tema de que mucho han criticado la política del Madrid de fichar a golpe de talonario y ellos han acabado haciendo lo mismo. Que el Madrid hubiera tenido que pagar más carece de importancia: el hecho es que Neymar no ha venido al Barcelona por amor a los colores, sino a cambio de una millonada
También dejaré de lado el hecho de que cuando era el Madrid el que quería fichar a Neymar, éste era un inmaduro, un chulo, un figura, un niñato y yo qué sé cuántas cosas más. Gente más preparada y con más conocimientos del tema que yo (algunos son, incluso, periodistas deportivos) ya han puesto de manifiesto la contradicción que supone el considerar que ahora es un gran jugador que encaja perfectamente en el esquema de juego del Barcelona (bueno, aunque algo de eso acabaré comentando).
Otrosí, tampoco voy a comentar la sarta de frases hipócritas que ha soltado el brasileño. La que menos, que se siente más cómodo hablando en catalán que en español, porque quizá sea hasta verdad. La que más, que viene a ayudar a que Messi siga siendo el mejor jugador del mundo. Eso no se lo cree ni ahíto de gaseosa. Dejando el hecho de que ningún jugador, pero ninguno, con aspiraciones de ser un figura de nivel mundial, esté dispuesto a humillarse para ayudar a otro a seguir siendo el número uno, que encima un brasileño ayude a un argentino es que no se le ocurre ni al que asó la manteca.
No, el quid de la cuestión es que Rosell, que está haciendo bueno al estríper aeroportuario (y mira que era difícil), ha metido a dos gallos en el mismo corral. Y ya hemos visto lo que ha ocurrido cada vez que alguien ha podido hacerle sombra al enano hormonado (cosa no tan difícil, dado lo canijo que es…por otra parte, sus fotitos publicitarias, puestas al lado de las de Cristiano o Beckham, es como comparar a Alfredo Landa con, digamos, Carlos Larrañaga o Arturo Fernández, por citar dos galanes prototípicos de la escena española): que el rival ha salido tarifando, más pronto que tarde. Se fue Ronaldiño, se fue Eto’o, se fue Ibrahimovic (vaya ojo que tuvo Guardiola con ese fichaje) y se irá, más pronto que tarde, Villa. ¿Y por qué? Pues porque todo el sistema de juego del Barcelona pivota sobre Messi: no hay más que ver cómo se pone cada vez que no le dan un pase de gol…
En fin, que será divertido para los anticulés ver cómo la cosa se va cociendo a fuego lento (o no tanto) hasta que acabe reventando…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!