De acuerdo con el diccionario de la RAE, es
la tenacidad y dureza en mantener un
error. Y, la verdad, es dudoso que ninguna otra palabra se aplique con más
justicia a la actitud de los necionanistas
catalanes en general, y de Arturito
Menos en particular, en los últimos tiempos.
No le hacen ni caso, y él erre que erre. Le
desprecian, y él erre que erre. Nadie le escucha, y él erre que erre. Nadie quiere hablar del tema, y él erre que erre. ¿La penúltima? Plantea la ocurrencia de
ofrecer a los franceses la gestión de los trenes de cercanías catalanes… y le dan un plantón a última hora.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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