Del alcalde de Marinaleda ya sabíamos que es
un eximio jurista con un concepto muy claro de la propiedad (ajena, claro), así
como un idealista de principios firmes e inamovibles, que si dice que se va en
caso de que su coalición apoye en Andalucía en gobierno del corruPSOE, va… y se
queda.
En los últimos tiempos se ha destapado,
además, como un inteligente analista económico cuyo dominio del léxico deja
chicos a Góngora, Quevedo, Bécquer y hasta García Lorca juntos. En efecto,
emocionado al tener delante unos micrófonos, no ha podido contener el torrente
de sus emociones desatadas y ha exclamado, desde lo más profundo de sus
intestinos, que la Europa de los mercaderes se vaya al coño de su puta madre. Literal.
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¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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