En general, suelo
tener a Libertad Digital como fuente
primaria de información. Incluso estoy dispuesto a admitir que un titular con
gancho es necesario para atraer la atención del lector. Sin embargo, me ha
molestado el titular que dice que El Rey dijo a Reino Unido que España no quería recuperar el Peñón de Gibraltar. Cuando
uno lee semejante titular, se pone a cavilar sobre en qué demonios estaría pensando
Su Majestad al decir tal cosa.
Dejando aparte el
hecho de que la fuente no es que sea precisamente la más digna de crédito –documentos
desclasificados del Foreign Office, que ya sabemos la simpatía que tienen a
España al otro lado del Canal de la Mancha-, en el texto de la noticia hay una
serie de elementos que matizan las supuestas declaraciones de Su Majestad. Básicamente,
se han omitido cuatro palabras claves: en
un futuro próximo. Es decir, que el Rey –siempre teniendo en cuenta la
infrmación que Europa Press ha recogido del Daily
Tepegraph sobre lo que el Rey dijo al entonces embajador del Reino Unido-
no estaba implicando que España no quisiera la devolución de Gibraltar, sino
que no la quería de momento. Habría que
saber si el Rey hablaba en nombre propio o transmitía las opiniones del
Gobierno de turno, gobierno que en aquella época era del PSOE y presidía Felipe
González.
Por otra parte, el
articulista (o los articulistas: del periódico inglés, de la agencia española
de noticias, del diario digital español, o de varios o todos ellos) parecen
saber muy bien lo que pasaba por la regia cabeza, ya que el artículo dice que don
Juan Carlos consideraba entonces que
una posible recuperación de la soberanía sobre Gibraltar por parte de España
conllevaría que el entonces rey de Marruecos, Hassan II, reactivara inmediatamente
su reclamación de Ceuta y Melilla. Teniendo en cuenta que el tirano marroquí (y
su hijo después de él) nunca han necesitado excusas para semejantes
reclamaciones y que las mismas siempre se han producido en clave de política interna,
ese punto no parece de demasiado fuste.
A continuación se
señala en el artículo que el Rey hizo hincapié que las exigencias ante Londres sobre
Gibraltar se hacían para mantener
tranquila a la opinión pública durante algún tiempo. Pero no es el Rey (que
reina, pero no gobierna) el que hace esas reclamaciones, sino el ministro de
Exteriores de turno, o el gobierno al que pertenece. Es decir, nuevamente era
el PSOE el que actuaba de cara a la galería reclamando algo que no tenía
interés (ni tampoco esperanzas, para qué nos vamos a engañar) en recibir, sólo
para distraer a las masas.
Finalmente, llegamos
al quid de la cuestión. Según el embajador británico, el Gobierno español había
"empezado a entender" que
el entonces principal objetivo de su política exterior, la entrada en la
Comunidad Económica Europea, "podría
naufragar en la Roca de Gibraltar". De nuevo el gobierno del PSOE y
sus golpes de efecto propagandístico: había que culminar el proceso de
integración en la CEE (proceso iniciado ya en tiempos de la oprobiosa dictadura
franquista) durante su mandato, y no iban a permitir que una minucia como la
recuperación de territorio patrio robado se interpusiera en el camino…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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