En general, no suelo
tener problemas para expresar por escrito mis ideas. Más de mil seiscientas
entradas de este blog, más de media vida escribiendo un diario, más de medio
centenar de colaboraciones en un fan
fiction, deberían dar fe de ello.
Sin embargo, no sé
bien cómo poner por escrito la idea que me ronda por la cabeza. Hace tiempo leí
algo como que cuando una pareja homosexual pretende adoptar a un niño, ese niño
ha sido engendrado en una familia heterosexual, o algo así. No me acuerdo bien.
Bueno, pues el caso es que cualquier ser humano, heterosexual u homosexual, es
engendrado dentro de una familia heterosexual o, al menos, por una pareja
heterosexual; o, por decirlo más claro, con el concurso de un hombre y una
mujer. Hasta la fecha, todavía no se ha descubierto el medio por el que una
pareja homosexual engendre, por sí sola, una nueva vida; y si la pareja
es masculina, ni siquiera serían capaces de llevar adelante la gestación.
Así que, por mucho
que les pese, la familia tradicional (la formada por un hombre y una mujer y
sus descendientes) sigue siendo la célula fundamental de la sociedad.
Considerar además, como ha hecho el cardenal arzobispo de Madrid, monseñor
Rouco Varela, que la familia tiene un valor insustituible ante la crisis, ya
puede estar sujeto a opinión; pero el resto de lo que he dicho en esta entrada,
no.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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