Suele decirse que si se
es mujer y rubia, lo de tonta va
incluido en el lote. Como todos los estereotipos, es falso. Conozco muchas
mujeres rubias que no sólo no son nada tontas, sino que dan sopas con honda a
muchos varones que van de listos por la vida.
Claro, que luego
siempre aparece alguna que permite a los defensores del estereotipo mantener
sus afirmaciones. La última ha sido la flamante nueva secretaria general de UGT
en Andalucía, una tal Carmen Castilla. Además de soltar la serie de soflamas de
rigor, como que su organización es la única capaz
de plantar cara a los fascistas y
a la derecha más reaccionaria, ha
dicho una boutade de tomo y lomo: que
alguna pega le pondrán, como que es rubia o que, teniendo cuarenta y cinco años,aparenta treinta y cinco.
Respecto a lo
primero, observadores perspicaces han detectado que su rubio no es natural, que
es de pega o, como suele decirse, que es rubia
de bote. Respecto a lo segundo, tras ver algunas fotos, mi opinión es que
quizá aparente treinta y cinco años, pero treinta y cinco años muy mal
llevados. Conozco mujeres (rubias naturales o de bote) con diez (y quince) años
más es esta prohombra (¿o será promujer?) y bastante mejor aspecto, de
cara y de cuerpo.
Para rematar la cosa,
cuando le preguntaron por la situación del sindicato, no se le ocurrió otra
cosa que responder que no tiene ni idea de lo que hay o deja de haber, porque ella no estaba, y que ahora se tendrá que enterar...
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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