A pesar de sus
proclamas de abolengo democrático, la izquierda –socialista o comunista- y los
nacionalistas vascos siempre han sentido algo más que simpatía por los asesinos
terroristas de ETA. Ya en los años setenta, José María Benegas iba detrás de
pancartas que proclamaban Gora Euskadi
askatuta. Luego, a pesar del recurso a sistemas como el de los GAL (y ya se
vio cómo resultó), siempre han mantenido cauces de diálogo (por no decir de
colaboración) con los asesinos, gobernara quien gobernara y hubiese o no
muertos encima de la mesa.
Ajenas a quién sabe
qué contubernios o complejos del gobierno del Partido Popular, las fuerzas y
cuerpos de seguridad del Estado siguen actuando contra ETA. Que el PNV y el
partido de los terroristas critiquen las operaciones contra la banda de
ultraizquierda es hasta razonable; que lo hagan los comunistas vascos (que
acusa al Gobierno de actuar al dictado de los ultras de la Asociación de Vícitmas del Terrorismo, que lo único
que piden es memoria, dignidad y justicia) es frecuente; pero que el Partido
Socialista Vasco se sume a esas críticas, apoyando con sus votos en el ayuntamiento
de San Sebastián una moción contra esa operación (el PP se ausentó, cuando lo
lógico habría sido votar en contra) sirve de perfecto ejemplo del viejo dicho
de dime con quién andas…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario