Es muy fácil presumir de principios cuando los mismos no se ven puestos a prueba. Esto es especialmente cierto en política. Se ha visto en Asturias, cuando UPyD no ha tenido empacho en apoyar al candidato del PSOE para gobernar en la comunidad autónoma. Y se está viendo en Andalucía, donde a pesar de sus críticas preelectorales, Izquierda Unida apoyó primero a Griñán y ahora a Susana no-recuerdo-su-apellido, a pesar de considerar el andaluz como un régimen clientelar. Todo, con tal de que no gobierne la derecha…
Ejemplo paradigmático dentro del comunismo andaluz es ese delinquidor habitual llamado Sánchez Gordillo, que proclamó a los cuatro vientos que renunciaría a su acta de parlamentario autonómico antes que apoyar un gobierno socialista en Andalucía… y ahí sigue, disfrutando de los beneficios del escaño entre ocupación de fincas y asalto a supermercados…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario